martes, 5 de marzo de 2013
La paz interior
Creo que si realizasemos una encuesta real sobre todos aquellos capaces de vivir la vida sin miedos e incertidumbres, no llegaría ni al 1%, que sería absorvido por el +- 1 de fallo que suelen tener las encuestas.
miércoles, 2 de enero de 2013
Conceptos desconocidos del yoga
¿Gurú, Maestro de Yoga, Yogui? El Conocimiento que poseo no es el resultado de canalizaciones (trabajo de contactados y médiums), jamás he precisado aprender ningún tipo de práctica de transmisión de energía, reiki, etc., mi Yoga es completo en si mismo y abarca todo. El Conocimiento que poseo no es fruto de convertirme en eso que llaman”ser un canal” sino el producto de un proceso natural y continuado para resolver el enigma de nuestros sentidos internos y experiencias espirituales crecientes y peculiares. La información revelada en mis sitios de Internet y en mis retiros de yoga, pretende servir de guía a ciertos individuos quienes están comenzando a penetrar el velo del olvido impuesto sobre ellos por la inteligencia oscura que envuelve este planeta y por las leyes correspondientes a la encarnación del plano físico (karma). Quede claro que el mensaje no es exclusivo, son las personas quienes se excluyen. Mi mensaje puede beneficiar a todo aquel que sin excusas, desee quitarse las anteojeras que cual burros la sociedad nos coloca al nacer.
El proceso de transformación y despertar es imparable en esta Tradición que represento. La verdad revelada contiene semillas catalíticas las cuales, cuando son reconocidas por aquéllos que sean capaces, pueden servir para reencender memorias vagas del alma y así contribuir hacia el despertar espiritual. Tal despertar es oportuno y a la vez necesario hoy en día, pues hemos llegado a una coyuntura muy crítica en la jornada progresiva de ambos, nuestro planeta y la humanidad. La fecha tope planetaria para el advenimiento de una conciencia inaudita de oscuridad en la Tierra está inminente, y todos quienes estén preparados para pasar a través del Portal que conduce hacia el Nuevo Mundo, están siendo llamados ahora a despertar y a elevarse con énfasis y urgencia.
La gente no piensa, sólo sobrevive y, quienes se plantean el reto espiritual, siempre usan un lenguaje de amor y fraternidad que está vacio y muy lejos de la Realidad y de su propia realidad actual. Para aquellos que deseen aventurarse, ciertos conceptos desconocidos del yoga, exigirán, sin duda, el pensar de una forma muy diferente a lo que podrían estar acostumbrados. Esto tendrá un efecto sobre la facultad mental propia, semejante a esforzar el cuerpo físico cuando no está acostumbrado al ejercicio riguroso: los músculos se cansarán fácilmente. Tal como ocurre con el entrenamiento físico, se requiere perseverancia para que ocurra el progreso, y la persona dedicada encontrará que sus esfuerzos obtendrán dividendos proporcionados a su sinceridad y dedicación.
En este planeta, esgrimiendo la bandera de la espiritualidad existen ciertos grupos de mentes antagónicas que son contactadas y dirigidas desde los mundos ocultos quienes definitivamente no desean que los contenidos de este conocimiento que poseo se revelen a nadie, en ningún lugar, bajo ninguna circunstancia, en ningún momento. Tales inteligencias trabajan clandestinamente y, desde sitios ocultos programan a sus seguidores. Ellas pueden fácilmente interferir con la percepción de una persona y la habilidad para comprender. Para un Adepto y sus discípulos, estas almas descarnadas pueden ser a lo sumo unas naderías tediosas, pero en la persona crédula común, los efectos indeseables de todos los esfuerzos realizados para acercarse a esa espiritualidad disfrazada le conducen a perder su tiempo y su salud mental. El discipulado ofrece la oportunidad espiritual única que está disponible para toda persona sensata y pensante en el mundo, esta oportunidad libera de la ilusión de separación y sufrimiento, conduciendo a la Luz Mayor.
El Maestro Tibetano afirma que los hombres y mujeres de esta época están caminando en el funeral de la era que crearon para ellos mismos. Ellos tiran de un carro de hábitos jalado por una soga putrefacta que puede romperse pronto y hacerlos caer en un abismo olvidado. Todos ellos están viviendo en una sociedad y unos hogares con fundamentos débiles de egoísmo disfrazado de amor. Cuando la tormenta sople - y está a punto de soplar - sus hogares y sus creencias se caerán sobre sus cabezas y así se convertirán en sus tumbas. El Maestro Tibetano dice que todos sus pensamientos, sus dichos, sus riñas, sus amores y desamores, afectos y desafectos, su civilización, sus libros y sus obras de arte, no son nada sino cadenas que los arrastran al fondo porque son muy débiles para tirar de la pesada carga. Pero los hombres y mujeres del mañana son los que están llamados por la vida, y la siguen con pasos firmes con las cabezas en alto, su vista fija en la Estrella. Siguen al alba que tras el crepúsculo anuncia los nuevos horizontes; ninguna niebla velará sus ojos y ningún ruido de voces anunciando la venida de un nuevo Avatar, confundirá sus mentes. Son pocos en número y casi nadie los conoce, pero no importa, ellos se conocen entre ellos. Son como las cimas de las montañas, que pueden verse y escucharse entre ellas, no como las simas y cavernas, las cuales habitan en la oscuridad y no pueden escuchar ni ver. Son como las flores que ascienden imparables hacia la luz del sol. Cuan Árbol cabalístico de la Vida, su Espíritu crecerá hasta ser un árbol poderoso; sus raíces beberán la savia dentro del corazón de la Divinidad y sus ramas explorarán el Cosmos Infinito.
El proceso de transformación y despertar es imparable en esta Tradición que represento. La verdad revelada contiene semillas catalíticas las cuales, cuando son reconocidas por aquéllos que sean capaces, pueden servir para reencender memorias vagas del alma y así contribuir hacia el despertar espiritual. Tal despertar es oportuno y a la vez necesario hoy en día, pues hemos llegado a una coyuntura muy crítica en la jornada progresiva de ambos, nuestro planeta y la humanidad. La fecha tope planetaria para el advenimiento de una conciencia inaudita de oscuridad en la Tierra está inminente, y todos quienes estén preparados para pasar a través del Portal que conduce hacia el Nuevo Mundo, están siendo llamados ahora a despertar y a elevarse con énfasis y urgencia.
La gente no piensa, sólo sobrevive y, quienes se plantean el reto espiritual, siempre usan un lenguaje de amor y fraternidad que está vacio y muy lejos de la Realidad y de su propia realidad actual. Para aquellos que deseen aventurarse, ciertos conceptos desconocidos del yoga, exigirán, sin duda, el pensar de una forma muy diferente a lo que podrían estar acostumbrados. Esto tendrá un efecto sobre la facultad mental propia, semejante a esforzar el cuerpo físico cuando no está acostumbrado al ejercicio riguroso: los músculos se cansarán fácilmente. Tal como ocurre con el entrenamiento físico, se requiere perseverancia para que ocurra el progreso, y la persona dedicada encontrará que sus esfuerzos obtendrán dividendos proporcionados a su sinceridad y dedicación.
En este planeta, esgrimiendo la bandera de la espiritualidad existen ciertos grupos de mentes antagónicas que son contactadas y dirigidas desde los mundos ocultos quienes definitivamente no desean que los contenidos de este conocimiento que poseo se revelen a nadie, en ningún lugar, bajo ninguna circunstancia, en ningún momento. Tales inteligencias trabajan clandestinamente y, desde sitios ocultos programan a sus seguidores. Ellas pueden fácilmente interferir con la percepción de una persona y la habilidad para comprender. Para un Adepto y sus discípulos, estas almas descarnadas pueden ser a lo sumo unas naderías tediosas, pero en la persona crédula común, los efectos indeseables de todos los esfuerzos realizados para acercarse a esa espiritualidad disfrazada le conducen a perder su tiempo y su salud mental. El discipulado ofrece la oportunidad espiritual única que está disponible para toda persona sensata y pensante en el mundo, esta oportunidad libera de la ilusión de separación y sufrimiento, conduciendo a la Luz Mayor.
El Maestro Tibetano afirma que los hombres y mujeres de esta época están caminando en el funeral de la era que crearon para ellos mismos. Ellos tiran de un carro de hábitos jalado por una soga putrefacta que puede romperse pronto y hacerlos caer en un abismo olvidado. Todos ellos están viviendo en una sociedad y unos hogares con fundamentos débiles de egoísmo disfrazado de amor. Cuando la tormenta sople - y está a punto de soplar - sus hogares y sus creencias se caerán sobre sus cabezas y así se convertirán en sus tumbas. El Maestro Tibetano dice que todos sus pensamientos, sus dichos, sus riñas, sus amores y desamores, afectos y desafectos, su civilización, sus libros y sus obras de arte, no son nada sino cadenas que los arrastran al fondo porque son muy débiles para tirar de la pesada carga. Pero los hombres y mujeres del mañana son los que están llamados por la vida, y la siguen con pasos firmes con las cabezas en alto, su vista fija en la Estrella. Siguen al alba que tras el crepúsculo anuncia los nuevos horizontes; ninguna niebla velará sus ojos y ningún ruido de voces anunciando la venida de un nuevo Avatar, confundirá sus mentes. Son pocos en número y casi nadie los conoce, pero no importa, ellos se conocen entre ellos. Son como las cimas de las montañas, que pueden verse y escucharse entre ellas, no como las simas y cavernas, las cuales habitan en la oscuridad y no pueden escuchar ni ver. Son como las flores que ascienden imparables hacia la luz del sol. Cuan Árbol cabalístico de la Vida, su Espíritu crecerá hasta ser un árbol poderoso; sus raíces beberán la savia dentro del corazón de la Divinidad y sus ramas explorarán el Cosmos Infinito.
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